Pese a ir abajo durante casi todo el partido, CASLA derrotó a Quimsa 82-77. Fue su quinto título seguido en la Liga.
La final de la Liga Nacional es historia. San Lorenzo, que fue abajo durante casi 35 minutos en Obras, lo dio vuelta sobre el final para derrotar 82-77 a Quimsa y consagrarse campeón por quinta vez al hilo, logro exclusivo para quien había sido segundo en la fase regular detrás de su vencido.
Las primeras diferencias las consiguió CASLA, que se adelantó 9-2 en la mitad del cuarto con una gran defensa sobre los internos de Quimsa, que no la embocaba desde afuera, hasta que Gramajo y Robinson metieron un par de triples que despertaron a La Fusión. Ahora la racha era de los santiagueños, que con parcial de 11-0 en 3 minutos los daban vuelta. Esas ventajas de cada uno se equilibraban en un 18-17 par Quimsa en los primeros 10 minutos con una tendencia: bien San Lorenzo en dobles (7-10) pero ineficiente desde lejos (0-4). Y también, tanto roce y jugar defensa fuerte en la pintura, le había dado 9 puntos clave a su rival desde la línea.
Robinson, el arma letal de Quimsa (31 en el 4° juego), no había aparecido tanto porque San Lorenzo entendió que era lo primero que debía anular. Así fueron sacando número para marcarlo: Aguirre, Vildoza, Fjellerup… Sin embargo, el alero de 1,98 se las ingenió para buscar la pelota y lastimar con dos dobles, dos triples y cinco libres, porque CASLA se cargaba de faltas por la culpa del yanqui, que las cobraba. Sumado a las pérdidas de San Lorenzo (generaron 11 puntos de Quimsa) y al banco santiagueño, mejor que el de su adversario (15-2 puntos), la Fusión llegó a sacar 14 (triple de Mainoldi, reserva) y se fue 50-40 al descanso largo.
El entretiempo le sirvió a San Lorenzo para calibrar la mira. Los triples que no habían entrado en los primeros 20 minutos (1-13) empezaron a entrar en el tercer cuarto, con Aguirre que metía el segundo y Vildoza (nada que ver con Luca, el NBA de los Knicks) que colaboraba con dos para terminar con 10 (llevaba 16) en ese cuarto clave para el Ciclón. Aunque lo más importante para CASLA resultó el Penka Aguirre, pero no por los 18 que sumaba, sino por su marca ante Robinson, quien apenas pudo sumar una unidad en el chico. La cara por Quimsa la había sacado Romero (13). Pero San Lorenzo se había acercado: 58-62.
Un doble de Romano y dos libres de Vildoza metieron la parda, y a luchar y sufrir. Naturalmente, palo a palo se iba a dar el cuarto, porque si bien CASLA había mejorado, Quimsa mantenía su nivel con un cubano Romero que seguía aportando desde la llave. Además, ya llegaban los problemas de faltas: Mainoldi, Diez y Copello, por Quimsa, y Vildoza, Hernández, por San Lorenzo estaban en la cuerda floja, con cuatro; Defelippo se iba, con cinco.
En los últimos 5 minutos entraron 70-67 para La Fusión, a un triple. Y luego lo empató Piñero con un triple; y Romano metió dos libres para que San Lorenzo pasara por primera vez arriba después de aquel 9-2. Un doble más del ala pivote completaba el parcial 9-0 para el 74-70 que obligó al pedido de tiempo muerto de Quimsa, que al cabo lo empató en 77. Sin embargo, nuevamente apareció Romero, fundamental en el último cuarto para CASLA con 10 tantos, para meter el triple decisivo sobre los 24 segundos. Luego, Cosolito perdió la pelota y CASLA, con un libre de Piñero, comenzó a festejar.