La resiliencia de Cecilia Rubianes: de la fractura al podio y una nueva clasificación mundialista
El 14 de diciembre de 2024, mientras competía en el Mundial de Triatlón en Taupo, Nueva Zelanda, Cecilia Rubianes sufrió una fractura en un pie. Un golpe durísimo para cualquier deportista, que la obligó a usar una bota ortopédica durante 40 días y luego encarar una ardua rehabilitación. En ese momento, su participación en futuras competencias parecía lejana y, por ello, decidió darse de baja del Ironman 70.3 de Punta del Este.
Sin embargo, hace apenas 20 días recibió una noticia inesperada: su inscripción no había sido dada de baja. Lejos de dudar, confió en su estado físico y mental, y tomó la decisión de competir. «Estoy entera… Voy, corro y disfruto», expresó con determinación.
El resultado fue más que positivo. Acompañada por su amiga y compañera de viajes, Cecilia Centeno, Rubianes completó la exigente carrera y consiguió un destacado cuarto puesto en su categoría. Más allá del logro deportivo, la experiencia tuvo un significado especial para ella. «Gracias a Dios, a mi médico, mis entrenadores y mi kinesiólogo, este cuerpito respondió», compartió emocionada.
El esfuerzo y la valentía tuvieron una recompensa extra: su clasificación al Mundial Ironman 70.3 en Marbella, un nuevo desafío que afrontará con la misma tenacidad con la que superó esta adversidad. Aunque pasó su cumpleaños lejos de su familia y amigos, y reemplazó la torta por arroz, se llevó el mejor regalo posible: la satisfacción de haber demostrado, una vez más, su capacidad para levantarse y seguir adelante.