La Liga Federal 2025: nuevas Reglamentaciones y su impacto en los Clubes
La edición 2025 de la Liga Federal de Básquet comienza a delinearse con grandes desafíos económicos y estructurales que ya han generado repercusiones significativas en los clubes participantes. Entre las novedades más destacadas, se encuentran la redistribución de zonas, los elevados costos de inscripción y las nuevas exigencias impuestas por la Confederación Argentina de Básquet (CAB). Estas medidas han provocado cuestionamientos por parte de las instituciones, así como la deserción de algunos equipos.
Belgrano y Somisa: rivalidad local en la misma zona
Para los clubes de San Nicolás, Belgrano y Somisa, competir en la misma zona representa un cambio significativo que, aunque podría intensificar la rivalidad deportiva, también trae consigo un ajuste en los presupuestos debido a los costos de traslado de los planteles. Si bien esta situación podría aliviar la carga económica al evitar viajes largos, ambos equipos deberán equilibrar sus finanzas para cumplir con las exigencias impuestas por la CAB.
Kimberley y la decisión de no participar
Kimberley de Mar del Plata, que había asegurado su plaza en la Liga tras un destacado desempeño en el Prefederal, anunció su deserción debido a razones económicas y logísticas. El costo de inscripción de $2.500.000, sumado a la obligatoriedad de incluir equipos femeninos U11 y U13, resultó ser un obstáculo insalvable para la institución. Según su director deportivo, Juan Pablo Tumminello, la decisión busca preservar la estabilidad financiera del club, que depende principalmente de sus actividades deportivas habituales.
Tumminello también destacó que el nuevo formato del torneo, que incluye viajes extensos y la eliminación de la ficha U23, incrementó las dificultades para conformar un plantel competitivo sin comprometer el presupuesto. Además, la falta de infraestructura adecuada para incorporar las categorías femeninas subraya un problema estructural que afecta a múltiples clubes del país.
Cambios en el formato y exigencias
Entre las principales modificaciones reglamentarias se encuentran:
- Composición de Planteles: Se permiten 5 fichas mayores, 5 fichas U21 y 2 juveniles, con una flexibilidad para incluir jugadores U23 oriundos con una antigüedad mínima de 4 años en el club.
- Incorporación de Categorías Femeninas: La obligación de sumar equipos U11 y U13 femeninos representa un avance en materia de inclusión, pero también un desafío para clubes sin infraestructura adecuada.
- Torneo Paralelo 3×3: Este certamen seguirá siendo obligatorio y se disputará de manera simultánea con la Liga Federal.
- Nuevo Balón Oficial: La marca CH 1 reemplazará a Molten como proveedor oficial, marcando un cambio significativo tras más de dos décadas de utilización de la reconocida marca japonesa.
Un contexto económico desafiante
La combinación de altos costos y mayores exigencias ha generado que algunos equipos, como Kimberley, opten por abandonar el torneo. Este fenómeno podría repetirse en otras instituciones que también enfrentan dificultades similares. En este contexto, la CAB ha iniciado gestiones para invitar a otras entidades y garantizar un número adecuado de participantes, particularmente en provincias como Buenos Aires, donde se espera la presencia de 13 clubes, entre ellos Belgrano, Somisa, Atenas y Platense.
Los clasificados y el escenario competitivo
A pesar de las dificultades, más de 120 clubes han logrado clasificar a la Liga Federal 2025 a través de los torneos Prefederales. En la provincia de Buenos Aires, los participantes confirmados incluyen:
- Belgrano (San Nicolás)
- Somisa (San Nicolás)
- Independiente (Tandil)
- San Martín (Junín)
- Atenas (La Plata)
- Platense (La Plata)
- Colón (Chivilcoy)
- Los Indios (Junín)
- Unión Vecinal (La Plata)
- Centro Basko (Necochea)
- Independiente (Zárate)
- Huracán (Tres Arroyos)
La Liga Federal 2025 plantea un escenario desafiante para los clubes participantes, con nuevas reglas que buscan fomentar la inclusión y la profesionalización, pero que también exigen un esfuerzo económico considerable. La deserción de equipos como Kimberley evidencia las dificultades que enfrentan muchas instituciones para adaptarse a estas condiciones. En este contexto, los clubes deberán apostar a la creatividad y la planificación a largo plazo para sostener su competitividad y mantener su lugar en el panorama nacional del básquetbol.