Nico Ferreyra es de esos jugadores argentinos que han hecho su carrera a base de un gran esfuerzo. Desde 2001 que debutara aquel 9 de diciembre ante Pico FC, fue dando pasos grandes hasta que debió dejar su casa, Belgrano de San Nicolás, en 2008 para seguir con una carrera que lo llevó a ser pieza importante en la Liga, también con pasos por Brasil y Chile.
En el equipo nicoleño pasaron siete años y 248 partidos. “Pasaron muchos años (risas), que todo en esa época empezaba en el club y terminaba ahí, no nos importaban los contratos, los agentes, no sabíamos el mundo q se aproximaba, queríamos jugar al básquet y valorábamos mucho eso. Alcanzábamos un lugar con el que soñábamos cuando veía los monstruos que pasaban por ahí. La pasión y el anhelo era diferente al de hoy, ni mejor ni peor, diferente. Por eso trato de aún aprender de los chicos q están subiendo, de seguirles el ritmo y de ver qué me dejan compartir con ellos. En esa época decidí que quería dedicarme a esto por completo y formarme como jugador profesional” contó en charla con Básquet Plus.
Pero en el 2023 sorprendió y regresó a donde todo comenzó. El conjunto de Belgrano soñaba hace mucho con su vuelta y lo logró con clasificación al Federal incluida.
“La vuelta fue producto de una situación 100% personal, y un acúmulo de situaciones q nos hace vivir este deporte, y empezar a darle importancia a cuestiones q no tenían prioridad en mi vida, me llevaron a querer estar más cerca, a direccionar mi vida cuidando más los vínculos familiares, más cerca de mi hijo, de mi familia y poder mejorar en lo personal, nunca pensé en dejar de jugar si en por primera vez dar vuelta un poco todo y ver qué sucedía, qué sucede, cómo se siente” expresó el base.
Y su regreso se dio en el Prefederal, un momento sumamente especial pero también un proceso para acomodarse: “Desde el primer momento fue especial, muchos recuerdos y emociones hasta que se empezó a hacer llevadero y natural, el lugar en el entrenaba en los recesos, en el que venía a pasar pequeñas vacaciones, ya no lo era, era mi lugar de trabajo y tenía q empezar a ordenar eso en mi mente, se generó algo lindo un movimiento que hizo sacar muchas cosas q tenía dentro, y mostrar un desafío aún mayor al que venía acostumbrado. Ser papa, amigo, hijo, hermano, pareja 100% y aprender a permitirme disfrutarlo de nuevo, aun me cuesta”.
En cada momento que podía, Nico regresaba a Belgrano: “La relación en este tiempo siempre fue de cercanía, de contacto estrecho sea por ocio, por formación y pertenecer a un lugar, ¡a tener la mayoría de mis amigos cercanos siendo parte de él. Es un punto d encuentro donde todos volvemos para cuando lo necesitamos. En algún momento fue mi casa, el lugar de contención, que me enseñó lo que estaba bien y lo que estaba mal, ahí me formé como persona, me curtí y también hice lazos para toda la vida. Hoy es mi lugar de trabajo”.
El nuevo desafío es el de ser competitivo, pero también con un rol de experimentado: “Muchas veces es de continuo aprendizaje para mí, soy yo el que se tiene que involucrar entre los jóvenes, hacerme parte de y poder sacar la mejor versión de ellos dentro del equipo, eso es un desafío, no pienso dónde estoy jugando, hasta qué tiempo me encontrará esta versión mía en San Nicolás, solo pienso en hacer una buena temporada, que lo disfruten y yo haga lo mismo. Ojalá encontremos un equilibrio para tener una identidad de juego, lo demás viene solo y termina siendo un resultado de todo”.
A su vez, el Federal es la nueva motivación para un Belgrano que sueña con volver a los primeros planos, como en la época de juventud de Ferreyra: “Estoy con expectativas, es una categoría difícil de jugar, física con buen nivel. Todo dependerá de nosotros y el trabajo que podamos meter hasta comenzar la competencia, es lindo que la competencia de los buenos planteles que existen en la zona levante la vara, motiva para tener una forma de estar a la altura y poder competir con esos buenos equipos”.
Alejandro Malky / alejandromalky@basquetplus.com
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