Chelsea venció al Palmeiras en la prórroga y se consagró campeón del Mundial de Clubes

Tras el 1-1 en los 90 minutos, Kai Havertz firmó el gol de la consagración con un penal cobrado por el VAR en el minuto 116. El club inglés logró el trofeo por primera vez en su historia

Los principales candidatos a llevarse el Mundial de Clubes hicieron su tarea en las semifinales y nuevamente hay definición entre UEFA y Conmebol en busca del nuevo campeón. Chelsea y Palmeiras se enfrentan en el estadio Al-Jazira Mohammed bin Zayed Stadium con el arbitraje del australiano Christopher Beath.

Paulatinamente, a partir del inicio del partido, el elenco de Thomas Tuchel empezó a acorralar a su rival. El cuadro Abel Ferreira compactó sus líneas para cerrarle los espacios a los Blues, que tuvieron la posesión pero no pudieron traducirla en peligro. Solamente lograron pisar el área cuando los jugadores del elenco brasileño cometieron errores en su campo.

Weverton solamente fue exigido una vez, en un remate lejano de Thiago Silva cuando se cerraba la etapa inicial, pero tuvo que estar constantemente pendiente ante los avances de un cuadro inglés al que le costó mucho crear buenas ocasiones durante este período.

De hecho, el Verdão tuvo acciones de más claridad en los pasajes en los que consiguió tener el balón. Los dirigidos por Ferreira lograron su cometido: anularon el poder ofensivo de Chelsea e inquietaron a Mendy, solamente le faltó lucidez en los últimos metros para abrir el resultado.

El primer tiempo entre Chelsea y Palmeiras terminó sin goles (Foto: Reuters)

Ese cerrojo de Palmeiras, muy efectivo durante el primer tiempo, finalmente sería vulnerado a los 10 minutos de iniciada la segunda mitad. El delantero belga Romelu Lukaku abrió el marcador con un remate impecable de cabeza tras un centro enviado por Hudson-Odoi desde la banda izquierda.

No obstante, el cuadro brasileño no se dejó caer y consiguió una importunidad inmejorable para empatar: Thiago Silva saltó a disputar el balón con Rony en en el corazón del área y golpeó el balón con la mano, lo que fue advertido por el VAR y chequeado por el árbitro Christopher Beath antes de sancionar penal. Raphael Veiga se hizo cargo de la ejecución y firmó el 1-1 en el minuto 63.

A partir ahí, el tiempo comenzó a correr con Palmeiras respetando a raja tabla su plan de partido, con mucho oficio y sacrificio, mientras que el Chelsea no podía encontrar los caminos para quebrar esa resistencia. Como el 1-1 quedó estático hasta el pitazo final, se dio paso al tiempo extra.

Tuchel, que ya había dado ingreso a Christian Pulisic, Saul Niguez y Timo Werner y en el complemento, optó por Sarr y ZIyech de cara a la prórroga. Pese a renovar algunas piezas, su equipo no logró la inspiración necesaria para generar peligro real. Mostró ímpetu para ir en busca del triunfo pero pocas ideas para conseguirlo durante el primer tiempo del alargue.

Su escape ante el excelente funcionamiento colectivo en defensa del Palmeiras llegó cuando un remate de Azpilicueta dio en la mano de Luan. El árbitro volvió a ser convocado por el VAR para hacer la revisión y sancionó el penal a favor del Chelsea que fue convertido en gol por Kai Havertz, quien también fue el autor del gol de la victoria en la final de la Champions League ante el City de Guardiola.