Queridos lectores: la palabra estrés asociado a deporte parece ser una contradicción en si misma porque siempre se ha asociado al deporte y la actividad física como justamente variables que disminuyen el impacto del estrés.
Actualmente en los Juegos Olímpicos podemos observar cómo los deportistas están sometidos a situaciones de estrés permanente para lograr sus objetivos y es normal que eso así suceda.
La clave será donde pongan el foco, si en el control de las situaciones de las que puede controlar o en la generación de descontrol que le produce centrarse en las situaciones que no controla. Muchas veces de ahí tenemos que empezar a empezar a pensar la gestión del estrés en el deporte.
Ahora bien, encontraremos muchas definiciones de estrés, pero podríamos definirla como “la reacción del organismo a una amenaza real o supuesta a la integridad fisiológica o psicológica de un individuo que resulta en una respuesta fisiológica y/o conductual” (Bruce McEwen 2000).
Científicos e investigadores han planteado una respuesta al estrés en 3 etapas:
- Fase Inicial (alarma) Cuando se detecta la presencia del estresor, por ejemplo, registro de próxima situación de competencia inesperada, o un cambio de ultimo momento de la situación de competencia. Una vez registrada la amenaza se produce una movilización de las defensas del organismo para intentar compensarla como:
Aumento de la frecuencia cardiaca.
Contracción del bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.
Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y corazón, que son las zonas de acción.
Aumento de la capacidad respiratoria.
Dilatación de las pupilas
Aumenta la coagulación de la sangre.
Aumenta el número de linfocitos.
- Segunda Fase (adaptación o resistencia) Es cuando se moviliza el sistema de respuesta volviendo al equilibrio para mantener la homeostasis, por ejemplo, se diseña el plan de trabajo para afrontar esa situación nueva.
Los niveles de corticoesteroides se normalizan.
Tiene lugar a la desaparición de la sintomatología.
- Tercera Fase (agotamiento) Si el estresor se prolonga en el tiempo, se entra en esa ultima fase, donde surgen las alteraciones relacionadas con el estrés crónico. Por ejemplo, el deportista intentando afrontar una situación de competencia que se posterga por lesión o por variables externas.
En esta situación es muy importante la intervención profesional para poder prevenir las consecuencias anímicas y físicas que produce en el organismo esa sobre activación del sistema nervioso.
¿Como impacta el estrés dentro de las competencias deportivas?
Lo mas importante a tener en cuenta es que el desarrollo de situaciones estresantes durante las competiciones deportivas lleva en muchas ocasiones a alteraciones del funcionamiento psicológico tales como una menor capacidad de concentración, una perdida del foco atencional, un aumento del estado de ansiedad y un incremento de la tensión muscular.
La clave esta en que el estrés agudo se produce cuando el atleta interpreta una situación como amenazante, por ejemplo, una critica por parte del entrenador, comentarios de los oponentes o de los espectadores o de la prensa, aparición de una lesión o cometer un error. Cuando esta situación interpretada como una amenaza se prolonga en el tiempo, se convierte en el denominado estrés crónico.
Debemos tener en cuenta siempre que el deportista es un ser humano y tienen distintas maneras de valorar y afrontar el estrés de la situación deportiva.
En el campo del deporte las investigaciones al respecto sugieren que los deportistas se enfrentan muchas veces a su ansiedad bloqueando los mensajes amenazantes o desagradables e incrementando la información que pueda contribuir a una ejecución optima, es por ello que un buen dialogo positivo interno siempre es bueno.
Investigaciones y estudios con atletas olímpicos demostraron que una estrategia de afrontamiento bastante común era la capacidad de separar información relevante (instrucciones del entrenador) de la que carecía de significado (reacciones de los espectadores u observaciones de los contrarios y/o critica de la prensa).
Otra estrategia de afrontamiento utilizada con frecuencia es el auto convencerse de que uno va a tener éxito y no existen motivos para preocuparse (dialogo positivo interno).
Hay un mecanismo de autoeficacia (Bandura 1977) que se definiría como la fuerza de la convicción propia de que se puede ejecutar adecuadamente la conducta necesaria para tener éxito.
Conclusión y aplicación
El estrés dentro de la situación de competencia esta instalado en los deportistas desde el comienzo mismo de la actividad.
Se enfrentan constantemente a pruebas que desafían su capacidad de resolución y los exigen a esfuerzos psíquicos y físicos de altísima intensidad, todos estos esfuerzos no pueden ser realizados sin un correcto establecimiento de sentido y sin la convicción de una adecuada autoconfianza.
La idea de estas publicaciones es generar conciencia en los deportistas y entrenadores de la diversidad de estrategias de valoración y afrontamiento en las situaciones de estrés para que podamos adecuarlas en los distintos contextos entendiendo que no hay afrontamientos buenos ni malos y todo dependerá cual será la valoración que hará cada uno de ella, algunos lo verán como un desafío y otros como una amenaza.
El estrés y el cerebro
Indudablemente el cerebro y la mente son lo mas importante en esta situación de estrés, tanto en el pensamiento, la percepción y el físico.
Recordemos que en situaciones de estrés el cerebro libera cortisol que es una hormona esteroidea, o glucocorticoide, producida por la capa fascículos de la corteza de la glándula suprarrenal. Se libera como respuesta al estrés.
El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.
Sera muy importante el mensaje y el dialogo entrenador-jugador, teniendo siempre en cuenta que cada ser humano es único e irrepetible.
Muchas gracias y hasta la próxima.