La noche del 22 de noviembre de 1950, se jugo el partido que cambiaria la historia de la NBA.
Aquella noche se medían en el Minneapolis Auditorium los Minneapolis Lakers (actuales Angeles Lakers) que eran los campeones del momento de la NBA frente a los Fort Wayne Pistons.
El partido hubiera sido uno más de temporada regular pero el entrenador de los Pistons, Murray Mendenhall, decidió probar una nueva táctica frente a un equipo que era muy difícil de batir en su propio campo.
AGUANTAR EL BALON;
Decidió aguantar el balón en el medio del campo sin jugarlo hasta que los Lakers rompieran su defensa (prácticamente en zona) formada por el todopoderoso trío Vern Mikkelsen, George Mikan y Jim Pollard. Aquellos Lakers eran el mejor equipo defensivo de la liga.
Hay que recordar que en aquel momento en la NBA, todavía no se había instaurado el reloj de posesión y los equipos no tenían la obligación de lanzar a canasta en un periodo determinado.
Esto hizo que los Pistons liderados por Larry Foust se empezaran a pasar la pelota de unos a otros sin intención de ir hacia el aro rival.
Nadie salía de su asombro. Desde los árbitros que instaban a que los jugadores de los Pistons jugaran hasta los propios jugadores de los Lakers pasando por un público del Minneapolis Auditorium que bramaba con furia contra la actitud de los jugadores visitantes.
Los tres primeros minutos fueron de desconcierto absoluto hasta que el jugador de los Lakers Slater Martin empezó a presionar a los jugadores de los Pistons para que no se pasaran el balón con comodidad.
De esa forma se empezó a jugar minimamente aunque el partido tenía continuos parones de actividad.
Finalmente el partido de la infamia llegó a su fin con un lamentable e histórico resultado de 18 a 19 a favor de los Pistons.
LA TRAGEDIA DEPORTIVA;
Algunos medios de comunicación calificaron el partido como una «Tragedia deportiva» y otros justificaron la actitud de los Pistons como único medio para conseguir la victoria.
Más allá de periodistas, entrenadores y jugadores, los 7.021 espectadores que acudieron al partido estaban simplemente indignados da haber pagado una entrada para ver ese triste espectáculo especulativo de un deporte como el baloncesto.
Tras el partido el Comisionado Maurice Podoloff organizó una reunión de urgencia porque su auténtica preocupación era que se volviesen a repetir partidos de ese estilo porque le estaban haciendo un flaco favor al baloncesto y sobre todo a los aficionados.
De aquella reunión salió un pacto de caballeros entre todos los equipos para que no se volviese a repetir algo parecido a lo que sucedió en aquella noche infausta.
En la temporada 1954-1955 se introdujo finalmente el reloj de posesión que finalmente salvaría el baloncesto pero el origen de aquella nueva regla tuvo lugar en la noche para olvidar del 22 de noviembre de 1950.