Su parecido físico con el delantero del Manchester es asombroso y no se cansa de romper redes. Conocé la historia del goleador de All Boys y la B Nacional que comió banco en el Torneo Federal y del que la mayoría escribe mal su apellido.
Colorado, robusto, ceño fruncido, nariz y boca ubicadas casi en la misma posición que en el rostro del inglés, corpulento y animal del área. A diferencia del que habita en Old Trafford, el de Floresta es un Rooney de ojos marrones sin tratamiento capilar y tiene una mezcla con El Pepo de la Súper Banda Gedienta. Aunque la similitud con el cantante de cumbia desaparece en la primera sonrisa. El superhéroe de All Boys cuenta con dentadura completa y apellido de origen judío: Lesman.
«Uno lo ve a Lesman en su aspecto y tal vez no puede jugar el Nacional B». José Santos Romero, Pepe, el DT de All Boys, es el propietario de la frase que describe al goleador en los vestuarios de Almagro, donde Súper Lesman acaba de marcar dos tantos para una nueva victoria del Albo.
El nacido en Esperanza, Santa Fe, pegó 13 gritos en 12 partidos para un equipo que deambula por la mitad de tabla. Semanas atrás, le convirtió un doblete a Chicago en un histórico 5-2 para pasar a la inmortalidad y ganarse por completo el corazón de Floresta.
«Capaz Rooney mira videos míos, yo no miro de él», dijo esa noche a la televisión tras ganar el clásico de barrio. Es que el goleador ya cobró vida propia. Se llama Germán Alejandro Lesman, tiene 25 años y apodos para todos los gustos. Pepo, Colo, Rooney, Lessman –con dos eses- o Superlesman.
Lo cierto es que al final del torneo su cotización estará por las nubes y resulta improbable que cumpla los 18 meses de contrato que firmó tras el préstamo desde Defensores de Villa Ramallo. Floresta es vidriera de goleadores. En Carlos Tevez y Jonathan Calleri algunos ejemplos recientes.
«Hoy pienso en All Boys, aunque jugué en Primera y me gustaría volver», responde sobre su futuro. Mantiene los pies en la tierra y el perfil bajo, sabe moverse en el barro. En su vida, tan sólo en Colón vivió lujos y privilegios. Allí, conoció los flashes de la Primera División pero no pudo hacer pie y tuvo que marcharse.
El nacido futbolísticamente en San Lorenzo de Nueva Esparza, buscó su lugar en el Rangers de Chile pero no le fue bien; regresó a Colón y lo mandaron a Tiro Federal de Rosario. No había caso, seguía con el arco cerrado y terminó su vínculo con el Sabalero.
No abandonó. Siguió adelante y encontró refugio en Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto. Luego, partió a Independiente de Chivilcoy. Transitó por el Federal A y B, comió pasto, banco y tierra. Se aguantó las peripecias, bajones anímicos y resistió por un sueño hasta encontrar su lugar en un equipo protagonista: Defensores de Belgrano de Villa Ramallo.
Peleó mano a mano el ascenso con Talleres de Córdoba. Marcó 16 goles en 22 partidos y recuperó la confianza para reinsertarse en el fútbol. No logró ascender con Defensores, pero Pepe Romero lo anotó en su lista de refuerzos y el llamado de All Boys en enero le dio la gran chance.
Hoy es el Rooney argentino, imposible no relacionarlo, aunque sean odiosas las comparaciones y no se parezcan para nada sus historias. Tiene futuro de Primera, su apellido está en carpeta de empresarios y equipos de primera urgidos de goleadores. Alguno hizo sonar su nombre por La Boca, otros por Boedo. Lo miran con otros ojos desde el exterior.
Mientras tanto, All Boys disfruta sus goles y en el estadio Islas Malvinas le cuelgan banderas al técnico de la Selección… ¡Martino, LeSSman es argentino! Va, mejor dicho: ¡Tata, LeSman es argentino… y sobre todo, es el alma de Floresta! Dejenlo soñar…
Fuente: http://www.tycsports.com