Se volvía a la cancha del Barrio Somisa y la primera, esta vez, jugaba sin Maitén Ponte. Sus compañeras de equipo la recordaron al empezar el encuentro cuando se formaron para la foto de rigor. Una bandera, mostraba a la desaparecida jugadora. Desaparecida físicamente porque había quedado claro para los que estuvimos en la cancha que Maitén y el “MP 23” estaba por todos lados: en una bandera, en el pantalón de las jugadoras, en la camiseta, en las paredes perimetrales y en el aire mismo. Compañeras jugadoras, cuerpo técnico y miembros dirigentes le rindieron un justo reconocimiento.