Se fue el Gigante y el básquetbol argentino está de luto. Jorge González, el jugador de básquetbol más alto de la historia local de la disciplina, murió esta tarde a los 44 años en el Sanatorio Central de General San Martín, al que había sido derivado como consecuencia de una complicación de su estado de salud, a causa de la diabetes que lo afectaba. Sus restos son velados en la Cooperativa de Servicios Públicos de su pueblo, El Colorado. El Gigante es recordado por varios nicoleños, luego de su paso por nuestra ciudad.
Nacido en El Colorado, en enero de 1966, el Gigante sorprendió desde chico por su altura. A los 14 años medía 1, 88 metros y ya pesaba 90 kilos. Dos temporadas más tarde, ya medía 2,15 metros y su peso rondaba los 170 kilos. Ahí se dio su primer contacto con la pelota naranja. Fue cuando fue descubierto por un viajante de comercio llamado Oscar Rozanovich, quien lo recomendó a los directivos del Hindú Club de Resistencia, que lo incluyeron en los listados de sus divisiones menores.
A pesar de que al principio sus desplazamientos eran lentos y bastante previsibles, León Najnudel sintió atracción por la altura del joven y recomendó a los dirigentes de Gimnasia y Esgrima La Plata que lo contrataran.
Najnudel, quien dirigía por ese entonces a la Selección, convocó al Gigante para el campeonato Sudamericano que se celebró en Medellín, Colombia, en 1985.
Un año más tarde estuvo en el plantel argentino que disputó el Mundial de España, mientras que, con Gimnasia, alcanzó el ascenso a la Liga Nacional.
En 1987, con una notable mejoría en su juego, a partir de la soltura que fue adquiriendo en sus movimientos, González firmó con Sport Club de Cañada de Gómez, aunque no pudo jugar mucho porque sufrió una rotura de ligamentos que lo mantuvo al margen de la actividad por 9 meses.
Un año más tarde, ya recuperado, El Gigante vivió su etapa de esplendor en su carrera deportiva y participó con la Selección del Preolímpico de Montevideo. Sus buenas actuaciones le abrieron la puerta de los «reclutadores» norteamericanos de la NBA, quienes lo seleccionaron para el draft.
Un agente de la franquicia Atlanta Hawks vio a Jorge y le comunicó al dueño del equipo, el poderoso empresario Ted Turner, de la existencia de este muchacho formoseño, por entonces de 22 años, que medía 2, 29 metros y calzaba zapatillas número 56.
Entonces, Turner mandó un emisario a la Argentina para «arreglar condiciones» y llevarse a González a Atlanta, tras abonar 30 mil australes por su pase.
Al arribar a los Estados Unidos se convertía, hasta ese momento, en el «segundo jugador más alto» en la historia de la NBA, solamente `aventajado` por el sudanés Manute Bol, quien también falleció en junio pasado.
Sin embargo, Jorge no pudo adaptar su físico a las altas exigencias de la competencia en la Liga.
Pero en contrapartida, el formoseño fue tentado, entonces, para ingresar a la Federación Mundial de Lucha y competir así en los campeonatos Mundiales de la disciplina (WCW). Así, bajo el nombre de “Giant” González, se convirtió en luchador y se alejó del básquetbol.
En 1995, aquejado por una lesión en el nervio ciático que le impedía desenvolverse con normalidad, decidió abandonar definitivamente la lucha y regresó a Argentina.
En los últimos años, afectado por la gigantodromegalia, por la diabetes, y complicado económicamente, González se recluyó en El Colorado. Hoy, su cuerpo dijo basta. Sus familiares, amigos y el mundo del básquetbol ya lo extrañan.
FUENTE: DIARIO CLARINaustralian online casino