La tarde-noche del sábado 18 de diciembre quedará registrada en la memoria. Fue el día del primer Juego de las Estrellas del básquet nicoleño. Resultó una fiesta en todo sentido, acompañado masivamente por el público. La brillante iniciativa de la Asociación de Técnicos de Básquet (ANITEBA) en conjunto con la Asociación Nicoleña tuvo su premio con el entusiasmo de los presentes, que completaron las plateas en el estadio La Ribera. También los sponsors aportaron el indispensable apoyo a la causa.
Dos horas a puro básquet se vivieron en la mezcla de competencia, diversión y premiación para los campeones y subcampeones de la temporada. Todo transcurrió de manera dinámica y organizada. Además, grandes glorias que engrandecieron al deporte en nuestra ciudad recibieron su postergado y merecido aplauso de la gente. Los homenajes a Julio Ariel Rodríguez, el mejor jugador de todos los tiempos surgido de estas tierras, y a Eduardo Kolberg, histórico presidente de la ABSN, generaron emoción.
El Lunguito, que mantiene su mano intacta, se divirtió mucho con Ariel Bernardini, otro al que el tiempo no le pasa factura en su conexión con el aro. Marcelo Duffy, próximo entrenador de Náutico de San Pedro, hizo una volcada con mano izquierda asombrosa para alguien que ya cantó los 50. El genial Bicho Ferrieri levantó al estadio con su faja sobre el rival. Los rosarinos Gustavo Martín y el Colorado Maya se mostraron vigentes. Gallito corrió como si tuviera 20, Caco Colla volvió a cumplir el sueño del padre al cruzarse con su hijo Juan Cruz… Hablamos de glorias, señores.
También el Loro Maffei aportó su habitual cuota de humor desde el banco. Y los actuales que nos representan en otros clubes y categorías como Lucas Bertucelli, Diego Abaca, Maximiliano Ríos, Facundo Núñez, Mariano García demostraron su categoría.
Gonzalo Silvero, el prometedor base de Belgrano, fue el primer ganador de la noche con el Torneo de Habilidades. Luego celebró Sebastián Andollo, otro enorme proyecto, con sus volcadas y votado por notables como Daniel Spurio, Armando Cisneros, Eduardo Ocáriz, Ramón Carreras y el periodista Carlos Altamirano. El final se lo robó Maxi Ríos en el Torneo de Triples, venciendo en una tremenda final a Ramiro Cruz por 7-6.
Las ausencias de Marcelo Milanesio (internado por un problema de salud) y Raúl Merlo no empañaron esta brillante realización.
Todos los partidos resultaron atractivos. Todos se divirtieron y vivieron un día distinto. La única mancha la dieron los árbitros nicoleños, quienes decidieron no participar. Así restan, muchachos. Tampoco importó demasiado. Mauro Ciacia y Manuel Casillo llegaron desde Pergamino y se acoplaron perfectamente al evento.
Misión cumplida. El básquet nicoleño se volvió a iluminar con esta primera e histórica edición. También el de los minis había tenido éxito.
El primer paso ya se dio. San Nicolás puede. Quedó demostrado. Hasta el Juego de las Estrellas 2011. La utopía es realidad.
Ignacio Arámburuaustralian online casino