El partido de la segunda fecha entre Paraná y Regatas dejó graves incidentes entre las hinchadas de los equipos, esto fue sobre el final del primer tiempo, te dejamos una breve crónica de lo que fue ese enfrentamiento, la misma es Gentileza del programa de Tv, Acontecer Regatense. Desde nuestra web, repudiamos todo tipo de violencia, debido a que no estuvimos presentes en dicho partido, no podemos dar nuestra opinión, por eso le entregamos lo que salió publicado en el medio Acontecer Regatense.
Así comenzó la historia
Gran jugada individual de Juan Cruz Varas, para vencer al joven arquero Facundo Urruty. Entre quiebres y amagues se fue metiendo en el área. Impresionante jugada del goleador histórico de Regatas, que al iniciar la acción, pareció que la pelota le rozó levemente la mano, pero el árbitro interpretó sin intención.
A partir de ahí, los incidentes. Increíblemente, cayeron proyectiles al área de Paraná, y el arquero de Paraná, Facundo Urruty, tomó uno de ellos y lo arrojó directamente a la parcialidad de Regatas. Si bien no rozó a ninguno porque alcanzaron a esquivar la piedra, fue directamente al grueso de la parcialidad, que se ubicaba de espaldas al Cuartel, ya que el local fue Paraná.
Nadie entendía nada. ¿Por qué esos pocos hinchas de Regatas arrojaron piedras cuando el equipo pasaba a ganar? Y la también inexplicable reacción de arquero de Paraná, que el mismo árbitro Emanuel Claverini advirtió, pero no sancionó.
A partir de ahí, se profundizaron los incidentes, ya que todos se enardecieron. Un grupo muy reducido de hinchas de Paraná salió corriendo hacia donde estaban los de Regatas y a partir de ahí, “intercambiaron proyectiles”. También, se lo vio al DT de Paraná, Emilio Pacheco (que dirigió detrás del alambrado porque fue expulsado ante La Emilia), enfrentar con un palo a los hinchas de Regatas e intentar golpearlos mientras se acercaba hacia el nutrido grupo. También algunos simpatizantes de Regatas buscaron ir hacia la otra hinchada, pero de un lado (del Cuartel), como del otro (la puerta divisoria que da más cerca de calle Necochea), la mayoría no pudo seguir avanzando, ya que se encontraron finalmente con algunos mayores, en muchos casos, con padres de los jugadores del primer equipo, que trataron de frenarlos, más allá que se ganaron un par de insultos y empujones.
Parecía que el partido no seguía, viendo que la policía trataba de llevar todo a la normalidad cuando el caos era generalizado y hasta los mismos efectivos no sabían qué hacer y cómo llegar a neutralizar los hechos violentos.
Que sacamos en claro…
• Que la gente de Paraná no planeó ningún operativo, ya que durante los primeros minutos, no había freno en ninguna de las clásicas puertas de acceso internas, ingresando todos por la esquina de Rivadavia y Necochea. Incluso, la hinchada de Regatas –que llegó con el encuentro iniciado- se acercó al portón principal para buscar el ingreso y luego recién ahí fueron derivados a la esquina de Colón y Necochea.
• El árbitro Emanuel Claverini es como que buscó “compensar”. ¿Por qué decimos esto? No se entendieron los proyectiles que arrojaron los de Regatas, pero tampoco se explicó la reacción de Facundo Urruty devolviendo una piedra directamente a la tribuna. Era roja directa al arquero y más que la acción la vió perfectamente el árbitro.
• No hay palabras para graficar la actitud de Emilio Pacheco, que en vez de colaborar para frenar a los simpatizantes de Paraná, era uno más de los enardecidos y desafiante.
• Incluso, pareció que la idea inicial era abandonar el juego o por lo menos, la intención del cuestionado arquero.
• Según los comentarios, al menos dos personas se llevaron algún corte, que por bendición de Dios, no pasó a mayores.
Después, el partido siguió. Se completaron unos cinco minutos del primer tiempo y luego fue todo normal en el complemento. Para Regatas llegaron dos goles más. Uno de Federico Cotrina (ya ubicado de delantero ante la salida de Román Munizaga) y el restante de Andrés Ferrari. Luego descontó Paraná por medio de Leonardo González.
Pero, todos aquellos que participaron de los incidentes, tanto de Regatas como de Paraná, deberán analizar su conducta. Con esas actitudes, nunca se gana nada, ni de un lado ni de otro. Por el contrario, generalmente pierden muchísimo y por sobre todo, va en contra de los intereses de los clubes que dicen alentar…
Esperemos que en frío recapaciten y entiendan lo que es ser parte de un espectáculo deportivo en este caso, pero el ejemplo debe ser para la convivencia diaria.
Gentileza: Acontecer Regatenseaustralian online casino