Siempre hemos dicho que el basquetbol es deficitario, que solamente llena los bolsillos de los caprichosos popes organizativos. Que los clubes sufren enfermedades financieras y económicas incurables, dejando muchas veces el certificado de defunción como único documento. La historia denuncia una lista interminable de frustraciones institucionales que arrastraron a dirigentes y socios que con el fanatismo a flor de piel cambiaron un logro deportivo por juicios, sin importar el daño estructural que estaban causando a tantos años de sacrificio.
San Nicolás vuelve a quedarse sin básquet profesional, debido a la correcta decisión de Belgrano de no participar en la presente temporada del TNA. La atinada asamblea impulsada por Juanjo Luciano fue el principio de una historia con un final anunciado. El presidente explicó a sus socios los gigantes incrementos económicos impulsados por la ADC que impiden que una entidad pueda competir sin comprometerse económicamente. Los oídos sordos de los dirigentes porteños aumentaron aun más los motivos de no estar. Los proyectos para achicar costos fueron desechados de cuajo. El Fortunato Bonelli estará vacío y con las gradas desabitadas, añorando una naranja por los aires, esperando el sonido de una chicharra determinante, o el aliento interminable de una hinchada seguidora, o el espiritu de “chocolate” empujando al Rojo a una ansiada victoria. Mente fría a la hora de tomar decisiones por parte de un empresario que le ha brindado todo su potencial intelectual y económico a un extraordinario deporte que lamentablemente termina engrosando las arcas de quienes equivocadamente definen todo desde un escritorio.
Querido belgranense debe sentirse orgulloso de tamaña decisión para que de una vez y para siempre tengamos una liga más equitativa para todos la cual soñó el maestro León Najnudel.australian online casino